Las "fotos trofeo" que tomaron los soldados de la Alemania nazi
y con las que dejaron testimonio del Holocausto
Advertencia: esta nota contiene fotografías de eventos violentos y traumáticos que pueden herir la susceptibilidad del lector.
Mira con atención la foto que precede este texto. ¿La reconoces?
Es probable que la hayas visto antes. Es una imagen icónica del Holocausto.
Fue tomada cuando las tropas de las SS -la organización paramilitar del partido nazi-, de la Wehrmacht (Fuerza Armada de la Alemania nazi) y agentes de la policía lograron sofocar el alzamiento del gueto de Varsovia, ocurrido entre abril y mayo de 1943.
Durante 20 días, los judíos allí recluidos decidieron ocultarse en búnkeres improvisados y resistirse de forma organizada para evitar ser deportados a los temidos campos de exterminio.
Luego de varios días de enfrentamientos, los nazis decidieron incendiar el guetopara obligar a los resistentes a salir de sus escondites y rendirse.
Esa brutal estrategia funcionó y permitió la captura y deportación de unos 50.000 judíos, la mayor parte de los cuales fueron asesinados antes de finales de ese año.
Lo que quizá no sepas es que esta foto formaba parte de un álbum conmemoratorio conocido como el Stroop Report, que fue elaborado por los propios nazis.
"Encuadernado en cuero, el informe pretendía ser un álbum de recuerdo para que Heinrich Himmler (jefe máximo de las SS) celebrara la victoria ganada con tanto esfuerzo", relata en su web el Museo del Holocausto de EE.UU. en un texto publicado sobre esta imagen.
Este tipo de fotografías son conocidas como trophy photos (fotos trofeo) y, en el contexto del Holocausto, se trata de imágenes tomadas por las propias fuerzas alemanas en las que ellos mismos retrataban los crímenes y abusos que cometieron.
Durante la II Guerra Mundial se hicieron tres ejemplares del Stroop Report, uno de los cuales fue presentado durante los juicios de Núremberg, sirviendo así como evidencia para la condena de altos jerarcas nazis.
Años más tarde, la fotografía que viste más arriba también ayudó a identificar al miembro de las SS Josef Bloesche (el hombre que aparece de segundo de derecha a izquierda con una arma que apunta hacia el niño que se está entregando con la manos en alto), quien fue condenado a muerte en 1969 por crímenes contra la humanidad.
Así, paradójicamente, aquellas imágenes tomadas por los nazis y encuadernadas en un álbum para celebrar su éxito al someter el gueto de Varsovia terminaron sirviendo para demostrar su responsabilidad en delitos atroces.
Pero ¿por qué quisieron los nazis hacer estas fotos? ¿Qué pudo llevarles a querer retratar los crímenes y abusos que estaban cometiendo?
Soldados y turistas
"Los soldados en todas las guerras toman fotos de matanzas, de sus trofeos, porque sus trofeos son el enemigo. Es un trofeo, un recuerdo de la guerra. No creo que los soldados alemanes fueran excepcionales porque los soldados toman fotos en sus guerras, como hicieron los estadounidenses en Irak", dice Janina Struck -fotógrafa, investigadora independiente y autora del libro "Fotografiando el Holocausto"- a BBC Mundo.
Explica que ya desde la guerra de los bóeres, a finales del siglo XIX, los soldados tomaban este tipo de fotos que también se hicieron durante la Primera Guerra Mundial.
Lo que probablemente haya hecho diferencia en el caso del Holocausto fue la magnitud y gravedad de las atrocidades cometidas y, por otra parte, el grado de masificación que había alcanzado la fotografía.
En las décadas de 1920 y 1930, la fotografía se había vuelto muy popular en Alemania.
"Entonces era muy fácil conseguir una cámara portátil, la leica de bolsillo, que llegó al mercado en la década de 1930, cuando la fotografía crecía como unhobby favorito entre los alemanes: 10% de la población del país poseía una cámara propia para 1939", señala Wendy Lowell, profesora de Historia del Claremont McKenna College (California) y autora de The Ravine, un libro sobre la fotografía de la masacre de una familia judía en Ucrania.
Además, los propios jefes militares alemanes estimularon el uso de la cámara fotográfica por parte de los soldados.
"Mientras se preparaban para la guerra que estalló en 1939 y, luego, para la gran campaña contra la Unión Soviética, en 1941, los líderes nazis permitían anuncios en las revistas dirigidas a los soldados y en otro tipo de medios promoviendo el uso de la cámara por parte de las tropas", dice Lowell a BBC Mundo.
"Era un objeto que podían llevar en la mochila. Los soldados iban a estar haciendo historia y esta podría ser documentada por el soldado común; y esas fotos iban a poder ser compartidas con sus seres queridos en su país para celebrar esta victoria. Eso es lo que ellos imaginaban", agrega.
Pero este panorama cambia en 1941, cuando Alemania se lanza a la conquista de la Unión Soviética.
"A partir de entonces, la guerra se libra en dos frentes: había un conflicto convencional en el campo de batalla contra el Ejército Rojo e, inmediatamente después, en las zonas que eran conquistadas y ocupadas, ellos empezaron a asesinar a la población judía en masa", apunta Lowell.
Así, cuando los soldados alemanes invadieron Polonia, muchos de ellos -que llevaban cámaras- comenzaron a fotografiar lo que hacían mientras arrasaban con ese país.
"Tomaban fotos como soldados y como turistas, porque de algún modo también lo eran. Así que hacían fotos de los paisajes y hacían fotos de las matanzas. Tomaban fotos de sus amigos, de sus novias y así", apunta Janina Struck.
"En términos del Holocausto, los soldados tomaron fotos de ahorcamientos a los que asistieron y, a veces, se paraban junto a la persona que había sido colgada para tomarse una foto a su lado. Así que eso era un trofeo. Es una forma de demostrar su poder y el del ejército invasor. Pero no creo que eso fuera muy específico solamente de los alemanes", agrega.
Juergen Matthaus, director de investigación aplicada del Centro Mandel del Museo del Holocausto de Estados Unidos, señala que muchas de estas imágenes fueron tomadas en parte por las mismas razones que se aplican a la fotografía en general. "Podía ser como 'déjame mostrarte algo espectacular' o 'aquí hay algo realmente inusual'", apunta.